Estaba claro que esto iba a suceder, tanta amistad y tantas sonrisas entre ellos parecía querer decir solo una cosa y basta que uno de los dos de el primer paso para atreverse el otro. Así ocurre muchas veces, que procuras que no pase de tu fantasía e imaginación y cuando te vas a dar cuenta tienes su polla en tu boca tocándote la amígdala con la punta.